El Oculista

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Prologo

Escrito por 

Como quiera que este libro no viene a llenar ningún vacío, ya que existen varias obras de Cirugía ocular relativamente recientes, creo del caso justificar su publicación.

En mis viajes por el extranjero durante el período de la guerra civil española, después de las sesiones operatorias numerosos colegas, a muchos de los cuales debo gratitud inmensa, me pidieron la publicación de un libro de Cirugía ocular.Al reintegrarme a Barcelona, muchos colegas compatriotas me hicieron la misma petición, distinguiéndome en nuestras reuniones científicas con muestras de consideración y afecto cordial que nunca podré olvidar.

Puesto a reflexionar sobre estas deudas de gratitud contraídas, no pude menos de considerar que las palabras de agradecimiento con que en su día respondí a las demostraciones de mis colegas no eran lo suficiente, y tenia que demostrar mi gratitud con hechos, por lo cual me impuse la obligación de publicar este libro y dedicárselo.

Por otra parte, tanto la edición española como las extranjeras de mi trabajo sobre el desprendimiento de retina, publicado en 9936, que­daron agotadas en 1940 y 1941, y se me ha pedido con insistencia la publicación de una segunda edición.

He tenido especial empeño en que esta obra no fuera exclusiva­mente la exposición de la cirugía que yo practico, pues aunque yo la crea la más recomendable por ser la que mejor se adapta a mis aptitu­des y aunque algunos colegas así lo hubieran preferido, he adoptado la norma de exponer, al lado de las técnicas que considero más ventajo­sas, las que hoy se practican por las personalidades más destacadas de la Cirugía oftalmológica mundial, por creer que ello es lo que más interesa a la mayoría de colegas, facilitándoles así la ocasión de escoger las modalidades técnicas qué mejor se acomoden a su manera de actuar.

El método seguido en la gestación de esta obra es el siguiente: he redactado cada capítulo según mi experiencia personal; después he con­sultado los tratados de Cirugía publicados y los he comparado con el mío, utilizando de su contenido lo que me ha parecido interesante y corrigiendo a veces tal cual deficiencia de. mi trabajo original. Final­mente lo he completado con los datos y nuevas aportaciones aparecidos en las Revistas de la especialidad y que previamente había seleccionado como interesantes.

Las obras de la especialidad consultadas preferentemente han sido la muy completísima, aunque hoy día algo anticuada, de ELSCHNIG, Handbuch der Augenheilkunde; la American Eneyclopoedia of Ophthal­mology; la Thérapeutique Chirurgicale Ophtalmologique, de DUVERGER y VELTER; las muy didácticas ediciones del tratado de MELLER, Augen­ärztliche Eingriffe, y del de BLASCOVICS y KREIKER, Eíngriffe am Auge; la obra de SHEEHAN, Plastic Surgery o f the Orbit; la muy completa de SPAETH, Principles and Practice of Ophthalmic Surgery; el tomo de Ciru­gía del importante Traité d'Ophtalmologie; el magistral Text Book of Ophthalmology, de DUKE ELDER, y los fascículos :aparecidos de Ophthal­mologische Operationslehre, algunos de cuyos capítulos son muy com­pletos.

Además, algunas monografías me han servido de base para los capítulos correspondientes, por tratarse de.abras especializadas magis­trales; tales, por ejemplo, el trabajo de PETER, Extraocular Muscles; el de SPAETH, Ophthalmic Plastic Surgery; el de GONIN, Décollement de la Rétine; el de HUGHES, Reconstructive Surgery o f the Eyelids; el de HART­MANN, La radiographie en Ophtalmologie; el de SAINT-MARTIN, L'extrac­tion de la cataracte; el de VOLT, Operative Therapie und Pathogenese der Netzhautablósung; el de IMRE, Lidplastik; etc , etc.

La selección de las técnicas aparecidas en estos últimos años y que a mi entender debían incluirse en el presente libro, ha constituido para mí uno de los trabajos más arduos, pues además de ser en nú­mero exorbitante, algunas de ellas se conocen en los distintos países con nombres de diferentes autores y otras se publicaron ya hace varios años y no tuvieron aceptación ni divulgación. Ha sido muy difícil para mí, repito, decidir lo que debía y lo que no debía incluir en mi texto, y pido perdón por las omisiones obligadas al no querer dar al libro exa­gerada extensión.

He concedido la mayor importancia a la parte gráfica, por creerlo sumamente práctico y didáctico. El dibujante señor ALEMANY se ha esforzado en lograr la máxima perfección posible en su trabajo, por lo que le expreso desde aquí mi más sincera gratitud, así como a la Casa SALVAT EDITORES, S. A., por la calidad de la edición.

H. ARRUGA.

Barcelona, julio 1946

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